Monday, February 27, 2006

Me dormí en la Isla del Encanto...

... y me desperté en una Isla Potencia.
Leo las noticias y sale que Puerto Rico no tiene mano de obra (con ganas) para recolectar el café. Claro el año pasado fue lo mismo y recurrieron a presos (en serio...) para que hicieran la tan (in) noble tarea. Porque parece que las tareas agrícolas pueden dañar las uñas recién esculpidas y esos raros peinados nuevos.
Ahora bien la sorpresa para mí fue que, esta vez no son presos, ni dominicanos con ganas de hacerse unos mangos. No.
Puerto Rico traerá mano de obra de Estados Unidos (de la Florida para ser más precisos) para recolectar el café de las plantaciones de la Isla del Encanto. Perdón, de La Isla Potencia.
Estas situaciones pasan en varios mercados, no? Mi hermana en Brasil contrata a un jardinero quien a su vez contrata a otro para que haga el trabajo por menos dinero y así sucesivamente hasta que el quinto es el que hace el trabajo y cobra una décima parte de lo que mi hermana paga.
En Argentina también funciona eso y para ciertas tareas de la Capital traen gente de Santiago del Estero (Que cobran menos o tienen menos escrúpulos) o personas de Paraguay para hacer tareas que los argentinos no quieren rebajarse a hacer.
Bueno siempre es así pero si Puerto Rico puede pagar un salario como traer personal de Estados Unidos es que, de la noche a la mañana, Puerto Rico se volvió más potencia que USA.
Entonces me tomo un café Lavazza italiano (que es mejor y sale menos que el local...) y me despierto y digo no... no han cambiado tanto las cosas.
Simplemente, la cultura del mantengo.
Aumentar las impuestos para que los más trabajan y ganan más (que por algo es) tengan que seguir pagando más y más impuestos.
Que para una persona que lo único que hace es parir hijos, esta noble tarea sea más redituable que trabajar, porque el gobierno le paga grandes beneficios.
Que muchas personas se jactan -en público- que es fantástico recibir beneficios del gobierno porque te dan seguro de desempleo y -como nadie controla- podés tener dos trabajos y al final del día un muy buen ingreso.
Así que ya saben, si quieren café o compren italiano o empiecen ustedes mismos a recogerlo.

Wednesday, February 15, 2006

Dime cómo bebes...

...y te diré de qué planeta eres.
Ayer fue la cena (inaugural) de St Valentine´s. Pero queda para otro momento -cuando decante- comentar la exótica experiencia.
Hoy quiero hablar de la cena de hace un rato, tan parecida a la de tantos ratos por algo a lo que no termino de acostumbrarme. Y es el ritual del vino al modo local.
Como cualquier apasionado del vino sabe, tomar vino es algo especial. Es parte de una ceremonia, de un momento de disfrutar de todo: el momento, la compañía, el lugar, la sensación de que el tiempo se detiene y uno se pierde en esos colores rojos tan peligrosos como el canto de una sirena.
Tomar vino es filosófico, se lleva en la sangre, es placer, es rico, es espiritual y te eleva.
Cierto es que ahora la cultura del vino se movió de un producto agrícola -el fruto de la sangre de la tierra- en donde la pasión del lugar, quien lo cultiva y cosecha, del viñatero, del bodeguero, del wine maker, etc etc (todos ellos apasionados)... a un lugar de la percepción.
Hoy el vino es parte de un movimiento del deber ser. Tomar vino es cool, acumular vino en una cava es cool, tomar vino caro es más cool y no saber un carajo pero hablar como si lo supieras... se lleva el premio máximo de coolness.
Será por eso, por esa cultura americanizada de querer hacerlo todo by the book, que han educado a los nuevos mozos respecto del modus operandi de cómo servir el vino de una manera tan estructurada y fría que han re-creado la ceremonia de una manera dura y cómica...
Es que cuando te lo vierten en la copa como si fuera Coca-Cola se pudre todo. Te llenan media botella en la copa, con la rapidez de quien quiere echarse un polvo e irse a dormir sin ningún pre calentamiento, como quien dice ok bebételo de una vez y vacía ya la puta botella así te traigo otra y te hago gastar más que al final de cuenta me aumenta la propina.
O esa maldita costumbre de que tenés que pedir algo para beber antes de siquiera haber recibido el menú. Cuando pedís ver la carta antes, te miran con cara de "de qué planeta es éste?".
En el país de las playas llenas de botellitas de cerveza en donde ir al mar significa hundir la panza en el agua hasta el ombligo para disfrutar de una cervecita helada. Claro nadie entiende que uno va a un restaurante a comer y a beber y no a beber y by the way como algo.
Perdonenme, señores mozos educados a servir Coca-Cola. A mí me gusta degustar el vino, disfrutarlo, porque se trata de dedicarle tiempo a esa copa única, tan única como la compañía que está con vos en ese momento.
A mí me gusta dejar que el vino repose y respire en su copa, darle tiempo, desafiarlo a que con sus colores y aromas únicos me invite a probarlo.
A mí me gusta ese vino unión que ameniza las charlas con Moi, con los amigos, perderme en el influjo del vino, sin tiempo y sin prisa.
A mí me gusta servir el vino con cariño y que es una forma de ofrecer a quien nos acompaña, de invitar a compartir ese placer único.
Así que la próxima, para ahorrarse problemas los invito... No me jodan. Salud !!!!!

(nda: incluso en lugares de tan excelente comida y servicio como lo es la Bourgogne de Punta del Este, Jean Paul Bondeaux cagó a puteadas un mozo porque nos vió que estaba sirviéndole el vino a Moi. No entendiste nada Jean Paul, el mozo no tuvo la culpa... había ido a buscar pan... y -por cierto- me encanta servir el vino).

Monday, February 13, 2006

So far so close

Win Wender y U2. Extraña paradoja.
Como nosotros que estuvimos tan cerca como un golpe que no llegamos a darnos, tan lejos como para que parezca mentira.
Será por eso que tuvimos que alejarnos para poder acercarnos.
Entonces, te digo -ya más cerca- gracias por abrirme la puerta a este nuevo universo del blog.
Entiendo que esto será algo adictivo, pero me entrego a la mejor adicción la de la palabra.
Así que hoy -copa de vino (tinto, of course)- doy por inaugurado mi blog.
Mañana debutamos: primera fiesta de San Valentine´s.
Gracias, amigo Martín. Un gran abrazo, gus

elevándose Posted by Picasa

El último adiós

El último adiós…
…cuando se dice chau, hasta luego, hasta la vista por última vez.
Los amigos del alma se despiden. Son más de las 3. Qué bueno estuvo, dale hablamos, sí todavía queda tiempo, tomamos un café, almorcemos, te llamo, llamá, hablemos…
Los ceniceros rebozan de colillas de todos tamaños y colores. Copas en distintas mesas, estantes, de varios tamaños, de distintos aromas y colores en una casa que no es mía pero lo parece porque hoy la llené de mi gente, de aromas, de mí. El humo persistente de un habano amigo resiste la última pitada. La puerta se cierra dejando atrás a los últimos que se despiden con un nuevo abrazo que no sabe de punto final y estira la despedida.
Un largo rato de charlar de ir por aquí y por allá. Chistes, ironías, gestos, anécdotas. Me duele la voz no sé si del habano, seguro de no parar de hablar y delirar y reir y hacer reir y divagar. Ya nos conocemos, todo vale.

La más linda –la menos formal, la más cálida- despedida la dan los amigos. Esos que se despiden pidiendo vernos antes, antes de irme, piden un último adiós.

casa de Adriana, Pilar, Julio 2004, últimas palabras antes de emigrar a Puerto Rico. En compañía de Caito y María, de Mariano, de Gonzalo y Caro, de Andrea y Luis, de Roxana y Ale, de Tato, de Caro Carignani, de Laura,