Tuesday, April 11, 2006

Argentina Violenta

Parafraseando el ya clásico slogan de la dictadura militar que quería hacernos creer que éramos un país grande y fuerte, hoy rompo la frivolidad del agua turquesa del blog por el color más rojo de la muerte.

Que la muerte te espera a cada esquina es cierto, tanto como lo inesperado de su azaroso encuentro.

Ahora cuando la idiotez humana de a quien le pagan para proteger a los demás, le abre la puerta de tu seguro hogar para que otros te maten en tu propio palier no tiene nombre.

No puedo contarlo con mis palabras, no porque no me den las capacidades de redacción, sino por el dolor y la impotencia. Transcribo unos párrafos de lanacion.com.ar:
“Según informaron fuentes con acceso al expediente, en la madrugada del domingo pasado, el agente de la comisaría 53a. estaba realizando tareas preventivas en la esquina donde está situado el Museo Renault, en Figueroa Alcorta y Ortiz de Ocampo.
Pocos minutos antes de las 2, por enfrente del Museo Renault pasó corriendo Bragagnolo. Trataba de escapar de la patota que lo agredía. Fue en esa ocasión cuando el agente tomó intervención en el hecho. El policía detuvo la marcha del grupo de adolescentes y preguntó qué había sucedido. La patota acusó a Matías de haber robado un teléfono celular. En ese momento, Bragagnolo había ingresado en el edificio de Ortiz de Ocampo 2882. Estaba por subir, junto con sus dos amigos, al piso 14. De allí habían salido minutos antes para ir a un quiosco y comprar bebidas cuando fueron sorprendidos por la patota. "El agente dio crédito de lo que decían los integrantes de la patota. Fue hasta el edificio y obligó al encargado a abrir la puerta", explicó el abogado de la familia Bragagnolo. Según González Siches, el policía, sin orden judicial y sin la presencia de testigos, requisó a Bragagnolo y a sus dos amigos. "El agente le quitó a Matías su celular. Lo maltrató a él y a los otros muchachos. Después se fue y dejó a la patota dentro del hall del edificio", agregó el abogado. Una vez que el policía se retiró del edificio, fuentes de la pesquisa dijeron que el grupo agresor volvió a golpear a Matías y a sus dos amigos. "Los de la patota gritaban «matalo, matalo»", confió una alta fuente del caso. Poco después, Matías les habría dicho a sus amigos: "Me siento mal", se descompuso, perdió el conocimiento y murió”.

Sucedió en Argentina sí. En Buenos Aires a eso de las 2 de la mañana cerca del Museo Renault.
Qué pasará con el policía, no se sabe pero seguramente seguirá cometiendo cagadas con o sin uniforme.
Cómo paliar el dolor de un padre ante tanta impotencia ante tanta ridiculez humana, de vuelta el que debe protegerte te abrió la puerta de la muerte.
Podemos pensar en lo mal que está la sociedad o echarle la culpa a la policía. Pero, a final de cuentas, los que persiguieron al chico, los que transformaron una baldosa en un arma fueron niños (sí un adolescente aún es un niño). No quisiera estar en los zapatos de esos padres, que evidentemente no supieron darles un carajo de valores a esos chicos, que ya cruzaron el umbral de la madurez por un tren rápido que no tiene retorno.
Qué explicaciones le das a un chico de 17 años.
Era uno de los mejores amigo de Matías, el hijo mayor de mi hermano Eduardo, además mi ahijado.
Le dedico este post. No porque vaya a paliar su dolor o incomprensión, no porque vaya a contribuir en algo a solucionar el caso.
Simplemente para mandarle un abrazo fuerte y acompañarte.
Te quiero, lo siento mucho. Fuerza !!!!!

2 comments:

Anonymous said...

gus te felicito por lo que escribiste estoy de acuerdo con vos como se explica a los chicos olos jovenes esta violencia sin razon un beso mama

Anonymous said...

Gus..

estoy de acuerdo con vos..

y nada..ojala que pare la violencia en nuestro pais..

=(


Los extraña y los qiere muchisimo!!


Maru..tu sobrina de Bs. As.